ANA CURRA: EL ÍMPETU ELÉCTRICO DE LAS TINIEBLAS
Segunda visita a Granada de Ana Curra, en esta ocasión de la mano de Serpiente Negra y con doble motivación, la primera es la celebración del cuarenta aniversario de un trabajo mítico como es “El Acto” de Parálisis Permanente, grupo del que formó parte como gran activa y hoy ya son leyenda de la música española, no solo de los ochenta, sino también en general. Y por otra parte, la presentación de las nuevas canciones que Ana ha confeccionado en estos últimos años.
De hecho la estructura del concierto estaba dividida en una primera parte con temas del mítico álbum como la que le da título, seguida de una de mis favoritas “Vamos a jugar” con esas maravillosas capas sonoras que Ana le impregna a la canción con el teclado, “Esa extraña sonrisa” último corte del disco o “Te gustará” y también canciones de los singles de Parálisis como “Tengo un Pasajero” o la envolvente e hipnótica “Quiero ser santa” en la cual el público en la parte del estribillo es uno más de la banda.
En la parte intermedia del repertorio entran en liza las nuevas canciones como “Hiel” que es un emotivo recuerdo de las víctimas del Covid especialmente en las residencias de mayores de Madrid, todo un alegato a la falta de humanismo como “Aphrodita la monarca” ambas canciones además cuentan con dos vídeoclips realmente espectaculares.
En esta segunda se incoporan temas de la época de “Seres Vacíos” banda que tuvo Ana después de Parálisis Permanente como “Ratas” y “Pájaros de mal agüero” y ya en la recta final vuelven las píldoras sonoras pertenecientes a “El Acto” y los Singles, la aclamada y emotiva versión del “Héroes” de David Bowie al igual que la precisa y directa “Quiero ser tu perro” adaptación al castellano del “I wanna be your dog” de The Stogges.
Un inciso en el camino en forma de “Réquiem”, momento en el cual el respetable guardó silencio de manera sepulcral hasta las primeras notas de “Adictos a la lujuria” y ya para rematar un final glorioso con Ana entregada al público por completo en las míticas y universales “Autosificiencia” y “Un día en Texas” como colofón final de una actuación memorable que dejó a la gente con un gran sabor de boca en la granandina sala Planta Baja y que después ese sabor fue regado con buenos espirituales tanto allí o en bares como el Blus por ejemplo.
Esperando como agua de Mayo, incluso visto como están las cosas y a lo que lo metereológico se refiere, como agua de noviembre y de invierno, ver de nuevo otra actuación en Granada de Ana Curra con todo su ímpetu y también a su renovada banda que estuvo realmente a un gran nivel con mucha frescura y solvencia. Con mucho amor te esperamos. Paco Burgos