THEE CHA CHA CHAS + LORD ROCHESTER: DOBLE PURA DIVERSIÓN
Sí, divertidísima tarde de domingo en el Planta gracias a esta dupla de gira por España y, por suerte, en nuestra ciudad de la mano de Serpiente Negra. Dos parejas, sentimentales y musicales, que rezumaron honestidad, buen humor y amor a la música sin artificios ni florituras. Complicidad y buen gusto sobre el escenario en este despliegue de rock, punk, garage y power pop genuinos.
Saltaron primero a las tablas Thee Cha Cha Chas, el dúo de Melbourne que vale, como mínimo, por cuatro. Es admirable subirse al escenario con un bajo (en el caso de Kylie Coufos), una guitarra y una batería básica (ambas a cargo del multi-instrumentista Lluis Fuzzhound) y defender a lo largo de una veintena de temas tu forma de entender la música. Con voces empastadas y energéticas, y siempre en constante diálogo con el público, los australianos desgranaron los cortes de sus EPs “Running Out of Time” (Sound Flat Records, 2019) y “It’s Coming After You” (Outta Space Records, 2020). Se sumaron a la fiesta los dos singles publicados por FOLC Records este año: Our Love y Rock ‘n’ Roll Till I’m Dead para completar una hora de show desnudo y lleno de verdad.
Era el turno de los escoceses que, en un alarde de minimalismo técnico, necesitaron sólo dos amplis, el bajo de Saskia Holling, la guitarra y voz de Russell Wilkins y las maracas (¡que llegaron a romperse!) y batería de Lluis “Cha Cha Chas” para poner patas arriba la sala. Al grito de “¡Bailad, saltad, disfrutad y comprad cerveza!”, Lord Rochester desplegó con elegante simplicidad y actitud temas de sus dos álbumes, con referencias bastante juguetonas al famoso mono del conde inglés que da nombre a la banda. Otras referencias imprescindibles en su sonido y letras son, cómo no, Bo Diddley (que da título a uno de sus hits), Chuck Berry, Jimmy Reed y Lonnie Mack. Y hasta se atrevieron a versionar a los Ramones con Judy is a Punk, o a T-Rex con una cover impagable de Get It On. Para entonces, Kylie “Cha Cha Chas” también quiso ser parte del show.
Dos horas intensas de buena música donde quedaron patentes la complicidad y admiración mutua de ambas bandas (Lord Rochester incluso se mimetizó con el público durante el set de los australianos), así como sus ganas de disfrutar sobre el escenario que, no podía ser de otro modo, terminaron por contagiar a los asistentes. No en vano prometieron grandes dosis de diversión pura y dura, y unos de los directos más directos que se recuerdan. Les auguramos un final de gira lleno de éxitos. MAITE VERGARA