ZACK KEIM: NOSTALGIA, ROMANTICISMO Y AUTENTICIDAD
A Zack Keim hay que escucharlo en vinilo. Desempolva ese viejo giradiscos o tocata, o píllate uno de los muchos platos de segunda mano que hay en el mercado gracias a este bendito revival, y disfruta de ver girar su último LP, “Battery Lane” (Action Weekend and Off Label Records, 2025), mientras la aguja surca por cortes repletos de exquisita melancolía.
Era misión casi imposible trasladar ese espíritu nostálgico y preciosista a un directo en el Planta, pero lo que sí consiguió el artista de Pittsburgh esta tarde de domingo es transmitir su amor incondicional por la música. En la escasa hora en que nos intentó envolver con sus letras intimistas y ritmos que transitan por varios géneros, logró despertar nuestro interés por su trabajo. El rock, el folk, el pop y el country se dieron la mano en una setlist que resumió a la perfección la trayectoria de este joven compositor desde su single de debut “Alice”, que abría su primer larga duración “First Step” (Get Hip Folk Series, 2017), hasta la actualidad.
Arropado por una banda solvente y, en especial, por el buen hacer de Jordan Clark a la guitarra, las influencias del mismísimo Paul McCartney, Bob Dylan, Woody Guthrie, o Nick Drake se dejaron sentir en un buen ramillete de temas (“Canyon“, “Wash Away the Pain”, o “Comet”, entre otros). Son palabras mayores, pero que hacen justicia a un intérprete genuino y con una amplísima cultura musical que también es deudor de artistas como Ryan Adams, Deer Tick, o Wilco. Mención especial merecen las versiones en directo de sus temas predilectos, llenos de romanticismo y nostalgia, como no podía ser de otro modo. “Better Days”, “25 Years” y “Battery Lane”, que da título a este último álbum, nos remiten al amor y pasión por la música que permea toda la corta, pero intensa, carrera del norteamericano.
Generoso, elegante y auténtico hasta el final del bolo, Zack Keim se desvivió por darse a conocer en el stand de merchandising que se monta habitualmente en la sala. Allí charló animadamente con nosotros, y hasta nos regaló y autografió su último vinilo, una colección de sus recuerdos más íntimos que no deja de girar mientras escribo esta crónica. MAITE VERGARA.